La política de Correa no soluciona los problemas de la universidad

La política de Correa no soluciona los problemas de la universidad




A pesar de las múltiples promesa de Correa por mejorar la educación superior, la política impulsada no ha solucionado los problemas y más bien los ha agravado.



Al iniciar las inscripciones en las universidades del país se han presentado varias anomalías, principalmente relacionadas con las enormes dificultades de los bachilleres para acceder a las universidades. Solamente en Guayas 38 mil alumnos se gradúan en este año electivo, según una encuesta realiza por el diario El Universo, el 89% de los bachilleres ven como prioridad continuar los estudios universitarios y entre ellos la mayoría (38%) desean ingresar a la U. Estatal.

Y ahí es cuando inician las dificultades. Por ejemplo la Universidad Estatal, principalmente la Facultad de Medicina ha planteado la realización del sorteo entre quienes se inscribieron hasta el jueves 21 de enero, así mismo, y siguiendo la supuesta línea de “la excelencia académica”, la Universidad Central del Ecuador ha planteado el examen de ingreso como una forma regulatoria. Pero estas dos medidas en realidad buscan atropellar el derecho al libre ingreso a la educación que plantea la Constitución.

Los argumentos para tomar estas medidas son que existe sobre demanda de ingreso y la poca infraestructura en los centros de educación superior. Cosa que no resulta nueva, en anteriores ocasiones se han presentado estos argumentos para quitar el libre ingreso. A este viejo problema hay que sumar la negativa del gobierno de Rafael Correa para invertir en la universidad ecuatoriana y por eso adeuda alrededor 121 millones; de estos rubros solamente por concepto de gratuidad se debe más de 19 millones de dólares.

El gobierno, al no dar los recursos correspondientes, busca sabotear la actividad de las universidades y con ello justificar sus propuestas desarrollistas que tienen como objetivo principal “modernizar” a la Universidad en función de los nuevos retos del mercado, limitando las conquistas democráticas que pusieron ciertos obstáculos al neoliberalismo y profundizando la elitización y diferenciación al interior del sistema de educación superior.

El proyecto educativo neoliberal se asienta sobre tres pilares fundamentales: la mercantilización, la privatización y la transnacionalización de la educación. El objetivo principal es destruir a la educación pública, convirtiendo al conocimiento en una mercancía.

Según los estudiantes universitarios la educación superior debe cambiar, sus problemas y falencias se han profundizado o agravado por la política de la “revolución ciudadana”. En nuestro país las universidades y escuelas politécnicas han sido parte del proceso de la dependencia de nuestra sociedad al imperialismo.

Los principales problemas de la universidad radican en el boicot económico, la falta de participación estudiantil en las decisiones administrativas, económicas y académicas; educación basada en la repetición de contenidos, falta de desarrollo de la investigación en la formación del profesional, desmantelamiento de las ciencias sociales en el pensum universitario, etc.

Por ellos los estudiantes universitarios han planteado la aprobación de una ley que recoja los mandatos constitucionales, que desarrolle una legislación democrática, participativa estudiantil, que afirme la docencia, la investigación y extensión, que garantice la libre accesibilidad a este derecho, que amplíe la gratuidad y el cogobierno, que ayude a la formación de un profesional comprometido con las grandes causas de los pueblos del Ecuador. La calidad educativa no puede ser considerada como un elemento en abstracto, es tal en tanto responde a una circunstancia concreta y sirve como instrumento para el desarrollo social y el progreso del país.